Yo no tenía este rostro de hoy,
así calmo, así triste, así flaco,
ni estes ojos tan vacíos,
ni el labio amargo.
Yo no tenía estas manos sin fuerzas,
tan paradas y tan frías y muertas;
yo no tenía este corazón
que ni se enseña.
Yo no percebí este cambio,
tan sencilla, tan cierta, tan facil:
“ En que espejo se quedó perdida
mi cara?
Cecília Meireles, Retrato (in Viagem, 1939)
Traducción Alex Luna